Today, December 5, 2022, I was watching the second chapter of the movie 1899. Y hasta aquí llega todo mi inglés, así que como mañana me voy de puente y no podré pensar mucho, os cuento esta historia verídica. Ha pasado hoy, en mi pequeño estudio. Yo ya sé que soy un desordenado mental absoluto, pero con ciertas manías en sus cosas. Los cajones son un verdadero desastre, yo sé dónde está todo, pero nadie más encuentra nada. Sin embargo, o sin encambio como dijo alguna vez un humorista, tengo tres pequeñas estanterías al lado del escritorio que son como un santuario.
Estaba viendo el segundo episodio de 1899, que da un poco de cosa, si no la habéis visto mirad en Youtube. Adelanto que va de barcos. Cosas de la fisiología, en un momento dado he tenido necesidad de hacer pis, o de mear, como decíamos cuando podíamos ser políticamente incorrectos. Lo de orinar nunca ha tenido muchos entusiastas. Bueno, a lo que iba, he parado la serie, me he levantado del sillón, me he dado la vuelta y oigo un ruido sordo más el ruido de una copa de vino cayéndose y un bote de pinceles chocando con el suelo, ¿De qué vidrio los harán que nunca se rompen? Me giro y veo a la “Pilgrim of Salem”, la Peregrina de Salem, una maqueta que hice de la schooner, goleta americana, que aparece en el clásico de cine “El mundo en tus manos” petada sobre mi ordenador.
Para que nos hagamos una idea. En esa estantería la goleta llevaba 27 años cogiendo polvo, junto a unas películas dedicados a la navegación y a los barcos. Jamás habían dado problemas y, justo cuando estoy viendo 1899, pasa esto, y yo solo en casa con la gata. Pues vellos de punta y asustado un rato. A la Peregrina se le ha roto el bauprés y el ancla de estribor. A lo mejor ha sido una queja, motivada por la serie, porque nunca quise ponerle velas. Ahora no sé si seguir viendo la serie, por si me ataca la Kon-Tiki que está sin terminar desde hace quince años.