¡Hola, me alegra verte por aquí!
Soy Guillermo, escribo, pinto y dibujo.
Lo cierto es que no tengo ni idea. Lo poco que puedo adivinar es a través de mis allegados, que me llaman Guillermo, Guille, Guillem y una que me llama Robin, aunque cuando nací me pusieron José Guillermo, José por mi padre y mi abuelo y Guillermo por mi tío y mi bisabuelo. Afortunadamente solo me llaman así en mi pueblo, que es muy pequeño.
NARRATIVA CORTA
CUENTOS CORTOS PARA SOÑAR
Aedelcamino del Monte – 2
Los sábados no abrimos el bar hasta las doce, cuando los vecinos empiezan la ronda de vinos y pinchos entre los dos bares del pueblo. Borja, al principio, decidió modernizar los hábitos culinarios de los montaraces (gentilicio de los naturales de Ardelcamino del...
Ardelcamino del Monte – 1
ARDELCAMINO DEL MONTE Yo, Evaristo Plasencia, a pleno sol desde lo más alto de los Canchos, observaba a través del telescopio de tierra cómo el capitán Montoya se enfrentaba a la peor tormenta de los últimos diez años. Con la vela mayor de La Galápaga, su viejo...
Ya no hay tiempo
El monstruo asomó su ojo, cesó el intenso llanto y asomaron rayos de esperanza. Vamos, que llegó el ojo de la tormenta, dejó de llover y salió el Sol, así que salí echando hostias hacia la playa, a por dosis de vitamina D. Ese tiempo loco de julio nos tenía tan...
Las estaciones
La primavera bulle extraña y revienta de color y sexo. Nada nuevo. Abre el ciclo escupiendo vida. Nos envuelve con mimo y maña, nos abraza, nos alienta, y desde mi recién nacido otoño la miro curioso, le lanzo la mano y me devuelve un beso. Le atuso el cabello y la...
La colección de bastones
Cada uno tiene sus aficiones. Una de las mías fue, hasta que me jodí la muñeca, tallar a navaja un bastón de olivo o de chopo, bien seco, a razón de uno al año, en verano. Ahí están todos juntos, en el salón, junto a otros bastones sin tallar que me regalaron. Faltan...
El pastor minúsculo
Víctor acababa de celebrar su octavo cumpleaños, estaba cansado, con la cabeza revuelta de regalos, y la tripa llena de velas encendidas y naranjada. ¿O era de pastel y Cola? Se despedía de la abuela, de los primos, de los tíos y de Sultán a base de besos y bostezos....
LIBROS PUBLICADOS
CONTRA TODO PRONÓSTICO
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