¡Hola, me alegra verte por aquí!
Soy Guillermo, escribo, pinto y dibujo.
Lo cierto es que no tengo ni idea. Lo poco que puedo adivinar es a través de mis allegados, que me llaman Guillermo, Guille, Guillem y una que me llama Robin, aunque cuando nací me pusieron José Guillermo, José por mi padre y mi abuelo y Guillermo por mi tío y mi bisabuelo. Afortunadamente solo me llaman así en mi pueblo, que es muy pequeño.
NARRATIVA CORTA
CUENTOS CORTOS PARA SOÑAR
Que todos los días fueran así.
No ha salido el Sol, el día está enturbiado con unos grises de plomo, otros grises más claros y algo que parece lluvia pero no llega a categoría. Lo que, en el ascensor, la señora del décimo llama un día feo. Tiene razón, no la conozco de nada, bueno, de vista, pero...
PECADO
Matías pasaba los veranos a caballo entre un apartamento en el Mediterráneo y el pueblo de la familia. Un pueblo de esa España vaciada, que llaman ahora, en la parte noroeste de la península. Ya con cinco años Matías no tenía claro las ventajas de ese trajín de un mes...
DE COSAS CIERTAS E INCIERTAS
A mí, siendo chico o adolescente, jamás me abusó ni un sacerdote ni un docente de colegio religioso, que son los lugares donde me eduqué, tampoco tuve ningún problema con los curas de mi pueblo de origen, al que iba a pasar los largos veranos de entonces, donde, para...
Tiempo
Un día, hace tiempo Me vi en el espejo Y comprendiendo ser yo No me comprendí. Intenté entenderme No lo logré Ni me gusté Volví a mirar el espejo Tres minutos y ya no era yo Había un otro tras un tiempo Tres minutos te mutan Un segundo te cambia No somos. Habremos...
Las plantas.
No sé mucho de botánica, pero sé distinguir una rosa de una margarita. La mezcla de colores me fascina. Rosas rojas con el tallo verde y lleno de espinas, mezcladas con margaritas de lígula blanca, disco amarillo y tallo piloso me producen un placer enorme. Tras...
Poema desordenado.
Páramo mental Ver llover por la ventana Sentir el viento azotar los ojos Cocinar a fuego lento Masa de croquetas El roce de tu mano con la mía Cabalgar la vida con arrojo Las lentejas de la abuela Bacalao al pil pil Un espejo que no me reconoce Ver llorar a la ventana...
LIBROS PUBLICADOS
CONTRA TODO PRONÓSTICO
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