¡Hola, me alegra verte por aquí!
Soy Guillermo, escribo, pinto y dibujo.
Lo cierto es que no tengo ni idea. Lo poco que puedo adivinar es a través de mis allegados, que me llaman Guillermo, Guille, Guillem y una que me llama Robin, aunque cuando nací me pusieron José Guillermo, José por mi padre y mi abuelo y Guillermo por mi tío y mi bisabuelo. Afortunadamente solo me llaman así en mi pueblo, que es muy pequeño.
NARRATIVA CORTA
CUENTOS CORTOS PARA SOÑAR
Esopo hasta en la sopa
La tarde estaba desapacible, sin embargo la AEMET decía lo contrario, así que salí a pasear. Sabrán más ellos que yo, pensé, Si tengo suerte me mojaré. Vi un gorrión posado en un árbol, miré al cielo y estaba limpio de aves, tan solo dos gaviotas volando bajo. Va a...
¿Biólogo?
La buena educación
A mí mi madre me educó a la perfección. Me inculcó la teoría de la evidencia visual. Según esta teoría, que desconozco si tiene alguna base científica o le salió a mi madre tras una noche loca, cualquier movimiento, actitud o gesto ha de poder ser interpretado por los...
Semana Santa
No va a ser un cuento de viernes en jueves. El teclado se ha revelado, y ha acabado con la tecla que acoge la letra necesaria con la que comenzar la versión vulgar de meretriz, asimismo la tecla del número que en sí mismo no lo es, murió también. Quizás hayan muerto...
Cuando aprendió a volar
En agosto de 1972 era un joven adolescente de catorce años que solo pensaba en chicas y en aves, vamos, que tenía la cabeza a pájaros. Se presentó en el pueblo con una guía de aves bajo el brazo, la esperanza de enamorarse y convencido de que serían las mejores...
Cuando aprendió a volar
En agosto de 1972 era un joven adolescente de catorce años que solo pensaba en chicas y en aves. Vamos, que tenía la cabeza a pájaros. Se presentó en el pueblo con una guía de aves bajo el brazo, la esperanza de enamorarse y convencido de que serían las mejores...
LIBROS PUBLICADOS
CONTRA TODO PRONÓSTICO
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