Narrativa corta
Tras un sarampión largo cuando era chico, durante el cual, y gracias a mi abuelo, me empapé de la segunda edición de Tintín en castellano, decidí escribir historias y dibujarlas. No conservo nada de todo aquello.
La dura disciplina de mi madre para destruir mis dibujos y mis escritos dio resultado.
Afortunadamente mi maestro de pintura llamó un día a la puerta y recuperé esa parte.
En 2011, tras la crisis, viendo pasar muchos lunes al Sol semana tras semana, volví a escribir. Siempre historias cortas, una semanal, que me permitieran compaginar el dibujo, la pintura, la escritura y encargarme de la cocina de la familia. Es lo que os ofrezco en este apartado.
Tiempos
Avivo esa llama que se apaga, sonrío al pájaro que pasa, acaricio la nube que lo tapa, río con el alba en el espejo, cuento las arrugas que te...
Cap i pota
El otoño daba paso al invierno y el día estaba empeñado en demostrarlo. El Montseny amaneció frío, brumoso y con una lluvia que prometía quedarse...
Palabras
Puede parecer que este inicio sea demasiado escatológico, ya que estoy sentado en la taza del váter, pero no. Estoy con mi libreta y mi lápiz, como...
Maternidad
Lo que empezó como una anécdota curiosa pasó a convertirse en un escándalo de proporciones planetarias que ha acabado siendo un misterio que pone los...
36,5º Celsius
Quizás fuera una noche de octubre o una tarde de abril, quizás un amanecer de agosto o puede que una mañana fría de enero, pues para ti todavía no hay...
Vidas rotas
Abrazó a su oso de peluche con la mano izquierda y con la derecha cogió con fuerza la mano protectora de su madre. ¡Verás – dijo la madre— cómo...
La paradoja de Abilane
Un gran día. Aquellos chicos que habían compartido la adolescencia se reunían de nuevo cuarenta años después para pasar un día de campo en Rupit, un...
Planta
Era el tercer mes del solsticio de invierno y la temperatura aún no templaba, al contrario, el frío se hundía en las ramas como alfileres, sin...
Aquellos ojos azules
Papá colocaba una maleta en el maletero del coche a la que le acompañarían un rosario de bolsas, la de los zapatos, la de las cosas de playa, la de los...
El parloteador de pájaros
Vivía junto a un hermoso parque de Barcelona, en una casa tan llena de hermanos y hermanas que muchos ni siquiera sabían el nombre de los otros, pero...
Arena y mar
Tico, desnudo en la orilla, dejándose besar por el agua como un cuadro de Sorolla, observaba de refilón a la niña de cabellos rojos y ojos verdes, como...
Un tipo de «cuidao»
Para Sito Finado no había discusión alguna. Lo suyo era vocacional. Ya desde niño supo que él nunca podría ser otra cosa que asesino a sueldo. No...