Sí, ya sé que el título no queda bonito, y que llevo tres tildes. Para un arranque no es mucho, es poco y pobre, mira, esto sin tildes. Es que las tildes son como son. Un pene erecto ante una hoja en blanco, una erección, tilde, en tu cerebro, una mirada al infinito por esa ventana de barrio, un acariciarte la barba envejecida y un quererte otro día, con tilde.
La vida es una, no Trina, ni siquiera se molesta en trinar, pero si lo crees… pues bueno. A la vida hay que follarla. La vida es esa pareja que te arropa desde el inicio hasta el fin, desde la nada a la nada. Si puedes y no follas con la vida eres un imbécil, con tilde, o algo peor. Eso sí, tilde, hay muchas formas de follar con la vida.
La principal fueron ellos. Sí, en mí caso eran esos, dada mi edad las esas eran unas curiosidades a las que llamábamos patatas con pelos y existían tras los muros de un colegio de monjas. Teníamos que lidiar con esos, y a base de follar la vida con esos, con los cerebros de esos, construíamos vínculos, amores, caminos vitales y sólidos capiteles en los que aferrarnos. Lo que se suele llamar amistad. Amistad con vínculo y tilde. Eso es una manera de follar con la vida.
Hoy no. Hoy, afortunadamente, ya se forjan juntos. Pero antes no. Un año, llegaron ellas y nos cogió despistados y reventados de hormonas sin saber qué hacer con aquel papelón, con tilde. Comenzamos a confundir follar con la vida con follar con ellas, o ellos, depende de los gustos, cuando eso no tiene nada que ver. Una cosa es el sexo y otra es follar con la vida. A la vida la puedes abrazar, acariciarle el culo, besarla donde quieras, pero no la puedes abarcar. Es más grande que tú, con tilde.
Como el tiempo es un vector estúpido, con tilde, y avanza siempre adelante sin esperar a nadie ni a nada, tienes que ir tras él, corriendo, para follarte a la vida. Es cansino, harta, no acaba de consolar y deja las tildes bajo mínimos, ¡Coño, con tilde!
Pues eso. Folla con quien quieras, ama a quien te apetezca, pero fóllate a la vida. Si puede ser con tilde. La tilde es simple, un palito que se levanta mirando a la vida. Los palitos se levantan para mirar a la vida, mirando a la Luna, al Sol, al universo. El universo te abraza, te besa y follas con él, con una humilde tilde, y con el calor de un amor.
Esto es tilde, una sílaba que se crece, con tilde, para nada, solo para indicarte que no te tienes que confundir las palabras. Lo mismo que con el universo. Te lo follas sin tildes. Si le pones tildes quizás, con tilde, estas mareando la perdiz, puede que engañando o que te engañes.
Fóllate la vida, ama al Sol, besa la Luna, acaricia la Tierra, abrázate a ti misma o a ti mismo y duerme dulcemente. Solo dos tildes en este párrafo. Vaya ya son tres. Pero un universo de tildes en el que revolcarnos y con el que follar. Tilde no lleva tilde porque es anarquista.